Torrijas , las de toda la vida.

Las torrijas eran de los pocos dulces que se hacían en casa cuando yo era niña , este postre no entendía de cuaresmas ni de ná , eramos 7 hermanos en casa y pan no podía faltar , así pues a aprovechar pan se ha dicho. Ahora leo que antiguamente, desde el siglo xv , al no poder comer carne durante la cuaresma , estas torrijas simulaban de alguna forma un pedazo de carne , probablemente por su color tostado......ya ves , nosotros , como niños , solo nos importaba lo buenas que estaban y si madre había hecho suficientes para todos.
Yo aproveché medio molde de pan que había hecho en la panificadora.

Ingredientes:
1 litro de leche
9 cucharadas de azúcar
3 huevos
5 rebanadas de pan 
1 palo de canela 
1 cucharadita de azahar 
aceite de girasol
azúcar y canela para espolvorear

Preparación:
cortar las rebanadas de 1 cm y medio y repartir sobre una fuente , yo la del horno.

En un cazo llevar a ebullición la leche con el azúcar , la canela y el azahar.
volcar la leche aún caliente sobre el pan y dejar en remojo hasta que estas se enfríen o se hayan humedecido suficiente.
Batir los huevos en un plato ancho y hondo , que nos quepan las rebanadas de pan.
Poner en una sartén , de unos 20 cms de diámetro , una buena cantidad de aceite de girasol (yo la prefiero para las fritangas) , calentar a fuego fuerte , mi vitro llega al 9 y puse el fuego en el 7 , pasar cada rebanada por el huevo , con cuidado de que no se rompan , pasar a la sartén y freír hasta que se doren por ambos lados.

ir pasando las torrijas a una fuente con papel absorbente pero no mucho para que no las seque demasiado , yo creo que cuanto mas húmedas mejor.

Espolvorear con azúcar y canela en polvo , servir a temperatura ambiente.